La alegría y el trabajo solidario son los protagonistas principales de esta tradicional fiesta del Colegio.
Con una gran convocatoria, las familias del Colegio, los alumnos y el personal docente y no docente ponen manos a la obra en una labor compartida hacia quienes más lo necesitan.
Es un día en el que trabajamos de igual a igual, con la satisfacción de haber encontrado no solo una manera efectiva y afectiva de ayudar, sino también el placer de vivir el entusiasmo que genera descubrir que la energía se multiplica a través de la participación de todos.
Trabajamos en equipo —en el mejor de los equipos— superando año tras año los resultados de nuestro esfuerzo.
Aprendimos, junto a nuestras familias, que «todos necesitamos una mano».